OPINIÓN

143

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En campaña, Donald Trump aseguró que, durante el primer día de su segundo mandato, se comportaría como un dictador. Ya lleva cien y no ha dejado de hacerlo: en ese tiempo ha acumulado 143 órdenes ejecutivas -aquellas que le permiten saltarse al Congreso y al Senado- para llevar a cabo una de las empresas de destrucción democrática más vertiginosas de que se tenga noticia. La celeridad de la maniobra es equivalente al pasmo o a la parálisis, cuando no a la resignación, con que han sido recibidas sus medidas por doquier, tanto dentro como fuera de su país. Sus primeros golpes han sido tan desbocados e intensos -y, por ello mismo, con frecuencia tan erráticos- que sus distintos adversarios no han acertado aún a responder.