Todo tiene su tiempo, todo tiene su hora, y a Antonio Brown ya le llegó la suya. Engreído, egocéntrico, ridículo y egoísta, son las características del ex jugador de los Acereros. Se fue de Pittsburgh por berrinchudo y problemático. Llegó a los Raiders con la promesa de ser un mejor jugador y acabo como un chiste para todos los fanáticos.