"Estamos viviendo momentos privilegiados, que van a ser posiblemente los últimos que yo viva, porque ya tengo 90 años", reflexionó la escritora.
Crédito: Edgar Medel

Abre Fiesta del Libro con tributo a Poniatowska

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Francisco Morales V.
Cd. de México, México (22 abril 2022).-
14:21 hrs

Francisco Morales V..-

Este viernes, en la inauguración de la Fiesta del Libro y la Rosa, Elena Poniatowska fue homenajeada con un testimonio coral de estudiantes de la UNAM sobre sus experiencias durante la pandemia, a la manera de como ella misma construyó La noche de Tlatelolco.


A un mes de su cumpleaños 90, la escritora escuchó, visiblemente conmovida, el ramillete de experiencias, tan amargas como esperanzadoras, que le compartieron alumnos de preparatoria, de universidad y becarios de la unidad periodística de la UNAM, Corriente Alterna.

A sugerencia de la autora, quien pidió escuchar las voces de los estudiantes, la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, organizadora del encuentro librero, realizó una convocatoria abierta para elegir a quiénes leerían sus textos de la pandemia a Poniatowska.

Entre los ocho testimonios estuvo, por ejemplo, el de Diego Becerril, estudiante de filosofía que perdió a su mejor amigo a causa del Covid-19; el de Asunción Cabrera, becaria de Corriente Alterna que habló sobre ser mamá, estudiar y trabajar durante la pandemia, y el de Aranza Bustamante, quien tuvo que poner en pausa su trabajo como fotoperiodista por cuidar a su madre, recién curada del cáncer.

Declarándose feminista, Poniatowska encomió específicamente el testimonio de la estudiante Metztli Molina, quien habló sobre el abuso doméstico que sufrió y el aumento de la violencia contra las mujeres durante el confinamiento.

"Yo creo que sería muy bonito hacer una nueva especie de 'Nueva Noche de Tlatelolco', porque nos puede servir en el futuro, porque puede, además, ser parte de nuestra vida y parte de la sociología de nuestro País", señaló la escritora.

Animada por Rosa Beltrán, titular de Cultura UNAM, Poniatowska relató su proceso para recopilar el coro de testimonios que conforman de La noche de Tlatelolco, su libro sobre la matanza de 2 de octubre de 1968, y destacó, sobre todo, el acto de saber escuchar.

"La comunicación es el primer paso del amor, entonces esto (la Fiesta del Libro y la Rosa) es un ámbito amoroso. ¿Ven esta cúpula blanca? (la carpa del escenario que lleva su nombre). Estamos viviendo momentos privilegiados, que van a ser posiblemente los últimos que yo viva, porque ya tengo 90 años", reflexionó.

"Creo que podremos recordar una mañana limpia, una mañana transparente, una mañana en la que estábamos sentados, así, los unos al lado de los otros, y oyéndonos; también oír es una necesidad enorme que tenemos cada ser humano, que nos oigan", dijo, conmovida, sobre su homenaje.

Además, a petición suya, la también autora de Hasta no verte Jesús mío tomó unos minutos para recordar a Rosario Ibarra de Piedra, la defensora de los derechos humanos recientemente fallecida, y con quien compartió jornadas para protestar en contra de las desapariciones políticas en México, como ocurrió con el hijo de Ibarra, jamás encontrado.

"Rosario rompió el mito de los campos militares, donde se concentraba a los posibles opositores al Gobierno; rompió el mito de Echeverría. Rosario Ibarra de Piedra vio a Luis Echeverría, en un solo día, 32 veces, porque lo siguió a todas sus reuniones políticas, todas sus apariciones públicas, y le decía: '¡Mi hijo! ¡Mi hijo está desaparecido!'. Reunió a otras madres de familia, y yo creo que ha sido una mujer de la cual todas deberíamos recordar y que todas deberíamos llevar dentro de nuestro corazón, porque si hay una mujer valiosa en nuestro país, una heroína, es doña Rosario Ibarra de Piedra", clamó.

Tras escuchar los testimonios y responder algunas preguntas, "Elenita de México", como la nombró el Rector de la UNAM, Enrique Graue, firmó libros a sus muchos lectores que, tras dos años de modalidad virtual, por fin pudieron regresar a la Fiesta del Libro y la Rosa en el Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNAM.

LA VUELTA A LA PRESENCIALIDAD
Descrita como una celebración después de dos años de resistencia, la Fiesta del Libro y la Rosa volvió a recibir a sus lectores en el CCU para su edición 14, de nuevo en formato presencial.

"Son épocas muy difíciles y en estas épocas difíciles, en este mundo que encontramos polarizado, enemistado, a veces incomprensible, el poder acceder a los libros, a reencontrarnos con resistencia e imaginación, ese hilo conductor que llevará a cabo esta fiesta, es una gran oportunidad para reflexionar sobre lo que hemos pasado estos últimos dos años", dijo el Rector de la UNAM en la inauguración.

Tras el par de años en que se realizó de forma virtual, la feria ya luce de nuevo los puestos de decenas de editoriales en la explanada frente al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), y los distintos escenarios donde, del 22 al 24 de abril, se ofrecerán charlas, conferencias y homenajes.

Titulada este año "En el camino: resistencia e imaginación", como un guiño al libro más célebre del estadounidense Jack Kerouac, quien este año habría cumplido 100 años, la feria también rendirá homenaje este viernes al escritor mexicano Carlos Fuentes, a 10 años de su fallecimiento.

También habrá tributos por fallecimientos recientes, como el de las escritoras Francesca Gargallo y Almudena Grandes, y el de los autores Álvaro Uribe y Sandro Cohen.

"Creo que hay un sentimiento de euforia colectivo por volvernos a ver, de cuerpo presente, como nació esta feria hace muchos años ya, desde el 2009, y sólo dos, durante la pandemia, tuvo que ser por vía telemática", celebró Beltrán.

El programa completo puede consultarse en el sitio del encuentro.



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