Recientemente, la vida cultural de México en Occidente, en particular en las artes plásticas, nos hace detenernos en dos sucesos conmovedores y de suma trascendencia. Por una parte, el lamentable deceso del maestro Javier Arévalo, uno de los más notables artistas de Guadalajara que trascendió con su obra, trabajo y ejemplo como uno de los grandes maestros de la plástica jalisciense. Y es que casi no hay pintor notable de las postrimerías del siglo anterior y del presente que no se haya topado con su genio, ingenio y su obra en su taller o en una de sus múltiples exposiciones. Y, por otro lado, celebramos la muestra "Juguetes Rabiosos", que Verónica López García curó para el Museo de Arte Raúl Anguiano y que reúne lo más relevante de la colección personal de arte objeto y fotografía que Francisco "Paco" Barreda ha reunido durante décadas de pasión por el arte.