OPINIÓN

¡Bájale!

Eduardo Caccia EN MURAL

4 MIN 00 SEG

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La sana convivencia humana implica una dosis de empatía y respeto. Reconocer excesos no sólo es un deber cívico, también una sensibilidad que se aprende. Durante la semana hubo notas en Reforma, Mural y El Norte que refieren un longevo conflicto, el ruido como fuente principal de problemas vecinales. Casi todos hemos escuchado un vecino ruidoso, o incluso hemos sido ese vecino incómodo. Lo que toleramos o no en el espacio auditivo no depende de la intensidad del sonido, sino de la costumbre: somos nuestro código cultural.