Tras romper con Morena en 2024, Carlos Manzo, conocido como "El del Sombrero", se convirtió en el primer Alcalde independiente de Uruapan, Michoacán, y su postura frontal contra el crimen organizado le valió el reconocimiento de su comunidad... y la muerte.
El Gobierno de Manzo, quien fue asesinado a balazos por el crimen organizado el pasado 1 de noviembre en un evento público por el Día de Muertos, donde momentos antes había interactuando con sus hijos, estuvo marcado por acciones polémicas, pues no sólo se involucraba en los operativos de seguridad de manera presencial, sino que llegó a golpear a elementos de seguridad del Estado acusándolos de abuso de autoridad.
Con su Gobierno municipal se consiguió la captura de uno de los mandos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), "El Rhino", y en reiteradas ocasiones clamó a la Federación por ayuda para acabar con la violencia en Uruapan.
Es decir, tomaba acciones contra la delincuencia que contrastaban con la presunta pasividad del Gobernador de Michoacán, el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, a quién acusó de corrupto, de robar y de extorsionar.
A principios de abril, por ejemplo, el robo de una camioneta de alta gama en Uruapan provocó una movilización policiaca en la que participó el propio Manzo a bordo de un helicóptero, para dar seguimiento a la persecución que se extendió hasta una zona rural de la comunidad de Caltzontzin.
"Ahí está, ahí va bajando, ¡denle, denle!, aquí viene, apriétale", se oyó decir a Manzo en una grabación realizada desde el aire.
Luego se escucharon al menos dos disparos desde la aeronave hacia la camioneta robada.
Tras la persecución por tierra y aire, autoridades atraparon al asaltante de autos y recuperaron una camioneta Mercedes Benz que había sido robada con violencia en Uruapan.
Un mes después y tras el asesinato de una trabajadora del Ayuntamiento de Uruapan, al exterior de una escuela particular, Manzo instruyó a la Policía Municipal a "abatir" a delincuentes armados si se resistían a la detención o agredían a la población.
"La política de 'abrazos, no balazos' ya pasó.
 Tiene que metérsele mucha candela, mucha fuerza para aniquilar, para acabar con toda la amenaza", lanzó en sus discursos.
"Delincuente que se tope que ande armado y que se resista a ser detenido o que agreda a la ciudadanía, hay que abatirlos, no hay que tener ninguna consideración con ellos (...) No vamos a pactar con ningún grupo delictivo".
Sus declaraciones fueron reprobadas por la Presidenta Claudia Sheinbaum; sin embargo, Manzo respondió a la Mandataria que si lograba pacificar el municipio "sin un disparo" presentaría su renuncia y se iría satisfecho.
Manzo sostenía que Uruapan estaba "rodeado" por grupos criminales que vivían de la extorsión a productores, comerciantes y transportistas.
"Nos heredaron grupos delictivos que están en todos los cerros, de todos los colores, de todos los cárteles, estamos rodeados de grupos criminales que se dedican a extorsionar y a matar", expresó.
Su momento de mayor tensión llegó a finales de agosto, cuando la Policía Municipal detuvo a René Belmonte Aguilar, "El Rhino", señalado como jefe de plaza del CJNG.
Manzo activó código rojo, pidió a la población resguardarse y exigió apoyo urgente a la Federación.
"En estos momentos nos están reportando que se está movilizando gente armada para entrar a Uruapan... Les pedimos que se resguarden hasta que existan condiciones de seguridad para levantar este código rojo", alertó.
El episodio confirmó su estrategia de choque frontal y su dependencia de refuerzos estatales y federales para mantener el control del territorio tras golpes a mandos criminales.
A finales de septiembre, una oficial de la Policía Municipal de Uruapan resultó herida en un nuevo ataque a elementos de la corporación, por lo que Manzo salió a patrullar con un chaleco antibalas en búsqueda de los responsables.
En ese mes, el Alcalde pidió ayuda a Sheinbaum nuevamente.
"Si no se pone orden aquí en Uruapan, pronto a nivel nacional se escuchará un levantamiento fuerte, de voz, de justicia, y si es necesario, hasta de armas, porque la gente ya está hasta la chingada", advirtió.
Su apuesta de "limpieza" implicó capturas que movieron el tablero local -como la de "El Rhino"- pero también riesgos crecientes sobre su persona y su equipo.
La noche del 1 de noviembre de 2025, durante el Festival de las Velas en la plaza principal, un agresor se le acercó y le disparó en varias ocasiones.
El Gobierno federal confirmó que, pese a contar con protección, los sicarios aprovecharon la vulnerabilidad de un evento masivo.
El Alcalde, que temía por su vida, aseguraba que la ciudadanía continuaría con el combate al crimen incluso si él no estaba.
"A mí me podrán chingar, pero se quedan con un tigre muy enfurecido que es el pueblo de Uruapan. Aguas, aguas, porque si nos tocan a nosotros van a tocar a todo el pueblo de Uruapan".