No sabemos si es falta de ambición o ineptitud, pero nuestros funcionarios cuatroteros han desperdiciado otra oportunidad. Se conforman con una medalla de bronce cuando deberían ir por la de ORO. Les falta echarle ganas, les falta talacha, ¿cómo es posible que sólo asciendan al TERCER lugar mundial en el índice global de CRIMEN ORGANIZADO y se dejen superar por Myanmar y Colombia?