¡YA, CÁLLENSE!<BR><BR>1 Lo mejor de las campañas políticas es cuando se acaban. Lástima que la contaminación visual que dejan en la Ciudad permanezca (como huevecillos de cucaracha aplastada), pero, por lo menos, la contaminación auditiva de los perifoneos (y las cumbias y reguetones de letra...