Codician cárteles vías de Zacatecas

De acuerdo con reportes de inteligencia federal, la zona de mayor incidencia se da entre los Municipios del sureste y suroeste de Zacatecas, con el norte de Jalisco.

Algunas de las células delictivas se han ubicado en los Municipios de Villanueva, Tepetongo y Jerez, pero con influencia en Santa María de Los Ángeles y Colotlán, ya del lado de Jalisco.

Se han identificado a la llamada "Operativa GRI (Grupo de Reacción Inmediata) Comandante Cuervo" y a la "Operativa GDRB de Roberto Bruno", liderada por Roberto Mendoza Mata, alias "Roberto Bruno", ambas con origen en Durango.

En los límites de Zacatecas con Aguascalientes hay presencia de las Fuerzas Especiales Lobo (FEL) y Fuerzas Especiales Caballero (FEC), del CDS, las cuales de los Municipios de Luis Moya, Ciudad Cuauhtémoc y Genaro Codina han buscado expandirse, pero han sido contenidas por células del CJNG.

Mientras tanto, en la zona de Nochistlán y Apulco, del lado de Zacatecas, como en Yahualica y Mexticacán, de parte de Jalisco, opera el criminal Gerardo González Ramírez, alias "El Geras", del CJNG.

Las rutas de Zacatecas conectan a la entidad con el Pacífico, con el norte del País y también con la zona centro, por lo que son sumamente atractivas -y necesarias- para el trasiego de droga y es por ello que la batalla entre facciones aún continúa.

La violenta disputa entre el CJNG y el CDS por el control de Zacatecas incluso ha generado múltiples desplazamientos de habitantes en Jerez y Valparaíso, como ocurrió a finales del 2022.

Sin embargo, no solo las carreteras son de interés para los grupos criminales: la minería también está bajo su mira.

Células de la delincuencia organizada extorsionan mineras en el norte de Zacatecas, en el norte y costa de Michoacán y en la Tierra Caliente de Guerrero, así como a miembros de toda la cadena vinculada con la producción, han confirmado fuentes ministeriales.

El cobro de piso presuntamente va de 200 pesos a 500 mil pesos semanales a trabajadores, personal residente, operadores de camiones, gerentes y hasta comercios que laboran en las inmediaciones de las plantas.

Asimismo, MURAL ha publicado también que el crimen organizado hace retenes, inspecciones y hasta roba a los miembros de los pueblos originarios.

Los narcotraficantes operan, particularmente, en un tramo carretero que va desde Huejuquilla El Alto, Jalisco, hasta Jesús María, Nayarit, y que también cruza un sector de Zacatecas y otro de Durango, vía que los huicholes utilizan para llegar a sus comunidades, a los que se llevan a través de una red de caminos revestidos, terracería y brechas.

Otra problemática que atañe tanto a Jalisco como a Zacatecas, es el reclutamiento forzado de jóvenes.
Apenas en julio de este año, un narcocampamento fue desmantelado en Huejuquilla El Alto, aunque estaba a unos metros de los límites con Zacatecas.

El Secretario de Seguridad de Jalisco, Juan Pablo Hernández, ha explicado que los reclutadores les piden a los jóvenes una identificación para asegurarse de que están interesados en la falsa oferta de trabajo y que no son autoridades intentando detenerlos. Luego pactan una cita.

Posteriormente los empiezan a mover en diferentes puntos, en donde ya se los llevan a estancias temporales, y de ahí a lugares del interior de Jalisco, Zacatecas y hasta Sinaloa.