Crear una empresa no es un proyecto fácil, y cuando se trata de un negocio familiar, es aún más complicado, pues los intereses particulares de cada miembro de la familia pueden ser no solo divergentes, sino opuestos. Por lo tanto, la comunicación es un aspecto clave para la unión y armonía de la empresa, así como el uso de las herramientas necesarias para asegurar la continuidad y éxito.