Los Patriotas de Nueva Inglaterra se convirtieron en una de las dinastías más exitosas en toda la historia del deporte profesional de los Estados Unidos gracias a tres factores fundamentales: un entrenador en jefe excepcional que siempre va un paso adelante de su competencia, un mariscal de campo que podría terminar su carrera como el mejor de todos los tiempos y una notable capacidad para hacer pesar su estadio cuando juegan en Foxborough.