El miércoles 2 de abril del 2025 pasará a la historia. Un sólo hombre, con delirios de grandeza y poca estabilidad emocional, terminó de un plumazo con el equilibrio económico mundial. Todo se mueve y una nube de incertidumbre cubre al mundo. Los mercados reaccionaron inmediatamente: las bolsas se cayeron, las expectativas de crecimiento se redujeron y las inversiones quedaron en pausa.