LA CAPTURA de Kelvin Josué Farías es una buena noticia, no sólo porque, en caso de ser hallado culpable, se podría hacer pronto justicia al feminicidio de Karla Bañuelos. También lo es porque apaga un incendio que estaba prendiendo en la llanura de la opinión pública: el de la violencia contra las mujeres en Jalisco.