SORPRESIVA y esperanzadora resultó la decisión del Tribunal de Justicia Administrativa de concederle al ayuntamiento de Guadalajara una nueva oportunidad para defender al Bosque de Colomos. Como se decía al jugar canicas, "zafín zafado es perdonado", los magistrados decidieron ignorar el hecho de que las autoridades tapatías no presentaron en el plazo legal sus alegatos.