Un joven músico, interpretado por Carlos Gallardo, recorre el norte de México en busca de trabajo como mariachi, pero al llegar a un pueblo es confundido con un asesino a sueldo que transporta su arsenal en una funda idéntica a la del guitarrista. La guitarra, emblema de su vocación, se convierte en el objeto que marca su destino entre el arte y la violencia.
Dirigida por Robert Rodríguez, la película fue rodada con un presupuesto de producción de aproximadamente 7 mil dólares y más tarde adquirida por Columbia Pictures, que financió su postproducción y distribución internacional.
Considerada su ópera prima, dio origen a la llamada Trilogía del Mariachi -completada con Desperado (1995) y Érase una vez en México (2003)- y en 2011 fue incorporada al Registro Nacional de Cine de Estados Unidos por su relevancia cultural, histórica y estética.