OPINIÓN

Después de la debacle

Isabel Turrent EN MURAL

4 MIN 00 SEG

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En Estados Unidos la debacle tendría un solo responsable si Donald Trump hubiera sido un aspirante a dictador que acabó aislado y solitario antes de ser derrotado en las urnas. El problema no es sólo que insiste en que fue derrotado a través de un fraude imaginario y se niega a retirarse del escenario político, sino que su discurso racista encontró eco en casi la mitad del electorado. La guerra cultural que alimentó durante cuatro largos años sigue viva en las filas de los que creen en la superioridad de la raza blanca, y exigen una libertad que no toma en cuenta los derechos de los demás. Entre ellos, los anti-vaxxers convencidos de que la vacuna contiene un microchip que alterará su ADN y se niegan a vacunarse, y los conservadores republicanos que insisten en comprar armas de alto poder sin restricciones. Ambos son responsables de la muerte de cientos de miles de sus conciudadanos.