El 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales para inspirar a las personas a crear un mundo más amable para ellos.

"¡Salva a los animales, salva al planeta!" es el tema de 2025 con énfasis en la conservación de las especies clave porque hacerlo conlleva la preservación de diferentes hábitats, apunta la organización World Animal Day, con sede en Reino Unido.

Las especies clave son aquellas cuyos efectos son desproporcionalmente grandes en la composición y estructura de los ecosistemas, de acuerdo con iNaturalistMX.

"Quizá no sea la especie más grande o la más abundante en una comunidad ecológica, pero si una (especie) clave es removida desencadena una serie de eventos que convierten la estructura y biodiversidad de su hábitat en algo muy diferente", advierte el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés).

Los siguientes son ejemplos de México con diferentes roles.

El bisonte americano (Bison bison) es el animal terrestre más grande de Norteamérica y, como otros grandes herbívoros, tiene varios efectos en los ecosistemas: al pastorear distribuyen semillas, forman revolcaderos y redistribuyen nutrientes con su orina, establece su Programa de Acción para la Conservación de la Especie (PACE).

Mide hasta 3.8 metros de largo y alcanza 907 kilogramos de peso, precisa la plataforma EncicloVida de la Conabio. Sus actividades generan hábitats para aves de pastizales y moldean procesos hidrológicos. Llegan a ser presas de lobos y osos. Eventualmente se convierten en alimento para carroñeros.

Los castores americanos (Castor canadensis) son ingenieros de los ecosistemas porque sus actividades sustentan todo su hábitat. Las represas que construyen, por ejemplo, frenan el flujo de agua y crean estanques para sus hogares. Muerden y arrastran ramas, las apilan con precisión y sellan huecos con barro y plantas, pormenoriza el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Son roedores grandes y robustos que pesan de 11 a 26 kilogramos, aunque se han reportado ejemplares que alcanzaron los 39 kilos. Se caracterizan por tener dientes muy desarrollados y sus colas planas en forma de palas con las que transforman los entornos.

Los corales duros (orden Scleractinia) proporcionan estructura y refugio a otras especies. A menudo son identificados como constructores de arrecifes porque el mineral del que están compuestos (carbonato de calcio) se acumula para formar los cimientos de tales ecosistemas, expone la Coral Reef Alliance.

El coral cerebro (Pseudodiploria strigosa) es uno de ellos. Es reconocido por formar colonias de pequeños animales llamados pólipos organizados en patrones de surcos similares a un cerebro, de acuerdo con el Centro de Investigación y Restauración de Organismos Marinos (CIROM). En sus tejidos también viven algas que les proporcionan alimento.

Los murciélagos con hoja nasal (familia Phyllostomidae) son conocidos por su rol como polinizadores de una gran variedad de cultivos. Aparte de contribuir a dispersar semillas, son controladores naturales de plagas, destaca la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Un ejemplo es el murciélago frutero (Artibeus jamaicensis), que mide nueve centímetros de largo y pesa hasta 51 gramos. Como su nombre lo indica, se alimenta de frutas como guayabas, higos, papayas y plátanos, cuyas semillas ayuda a dispersar y, por lo tanto, es también un regenerador de bosques, se lee en EncicloVida.

La nutria marina (Enhydra lutris) es un depredador tope, pues es una especie que se encuentra en la cima de su cadena alimenticia porque no hay otro animal que la deprede de manera natural. La presencia de estos organismos es señal de abundancia y salud en los ecosistemas, indica Oceana México.

Un macho adulto llega a pesar 45 kilogramos y a medir 1.5 metros de longitud. Su apetito es grande, por lo que consume cerca del 20 por ciento de su peso en carne al día. Regulan las poblaciones de los invertebrados que comen, en especial equinodermos (estrellas y erizos de mar, por ejemplo) y moluscos, se detalla en EncicloVida.