Han pasado casi 24 años del "toallagate", aquel escándalo mexicano de la entonces pareja presidencial del cambio de milenio: Fox y la inolvidable Martita habían comprado para su nueva vida en Los Pinos varias cosas necesarias, entre ellas, unas toallas, 87 para ser exactos; el portal de transparencia reportaba un costo de 440 dólares por cada una. En aquel entonces nadie pensó que se trataba de toallas firmadas por alguna marca carísima, sino de lo habitual: un reporte de gastos hecho a sobreprecio para esconder algún desvío o para favorecer a alguien con alguna comisión. Actualmente las cosas han cambiado tanto que hoy nos parecería que aquellas toallas no eran más que baratijas.
Sofía Orozco
Es tapatía, chef repostera por casualidad y periodiquera por afición. Desde una perspectiva ciudadana, analiza y critica lo cotidiano.