OPINIÓN

El ciclo de la decepción

Jorge Volpi EN MURAL

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Nuestras decepciones empezaron en el 2000. Exagero: en el 2001. Veníamos de un largo periodo de sombra, la hegemonía del PRI. Un partido que era en realidad un sistema que contaminaba todos los ángulos de la vida pública. Un modelo autoritario, corporativo, que se vendía como una democracia sin serlo, a partir de la construcción de una enrevesada madeja de reglas que nunca se cumplían o se cumplían solo cuando la voluntad presidencial así lo decidía. Un largo reinado en el cual jamás existió el Estado de derecho, una ficción impresa en nuestra Constitución y otras leyes que no era sino pura apariencia.