Aquel incidente fue sólo un reflejo de lo increíble que siempre fue la vida de Garrincha.
El extremo derecho, nació un 28 de octubre de 1933 en Pau Grande, Río de Janeiro, y también fue apodado como el Ángel de la Piernas Torcidas, porque tenía problemas físicos de nacimiento ya que, además de aquella limitación tenía la columna desviada, también había batallado con secuelas de una poliomielitis y los médicos le habían advertido que nunca podría practicar ningún deporte.
Garrincha desafío todos los veredictos de los doctores, e incluso pudo sobrevivir a su falta de atención para comprender lo que sucedía a su alrededor a través de su talento para jugar al futbol en la posición de extremo derecho y en la que es considerado aún el mejor regateador en la historia del futbol mundial.
Sin embargo, Garrincha también era explosivo en la cancha, y tal carácter le pasó factura en la Semifinal que disputaron ante el país anfitrión Chile en el Mundial de 1962 , al que vencieron 4-2 en el Estadio Nacional de Santiago.
El peruano y posteriormente naturalizado mexicano, Arturo Yamasaki (QEPD), expulsó a Garrincha por una agresión al chileno Eladio Rojas, por lo que automáticamente por reglamento, el brasileño no podía ser incluido en el partido Final frente a Checoslovaquia, al cual ya habían enfrentado en Fase de Grupos y era el único rival que no había vencido Brasil al empatar 0-0.
Para colmo, la ausencia de Garrincha se sumaba a la de su máxima figura, Pelé (QEPD), quien en dicho Mundial sólo pudo jugar en el primer juego ante México, pero después fue baja por lesión.
Así, Brasil sin sus dos grandes figuras quedaba debilitado frente a Checoslovaquia. Pero en la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) no se quedaron cruzados de brazos y movieron todas sus influencias para convencer a la FIFA de quitarle la sanción a Garrincha con el argumento de que su jugador no era mal intencionado, sino muy disciplinado y muy buena persona.
Y fue así como, Garrincha fue perdonado para disputar la Final ante Checoslovaquia.