El nombre de la ausencia

La literatura de Cristina Rivera Garza está llena de diversos géneros e incluso textos de difícil clasificación; hay relato, crónica, poesía, novela, ensayo, autoficción. Pero ningún libro tan profundamente personal, ni desgarrador como este. Un hito que tardó 30 años en escribirse, que, como otros libros, es fragmentario, lleno de archivos que se van armando entre sí, una técnica que ha trabajado en más de una ocasión, pero esta vez, el registro está en la intimidad de un clóset de la casa de los padres, en las voces de amigos y familia, en la experiencia personal del dolor.