Escape de diccionario

Nos encontramos en una realidad compleja. A nivel nacional la prensa es hostigada y el crimen organizado pone minas explosivas mostrando su poderío. En el marco internacional la impredecible situación en Ucrania nos lleva a todos a temer de un posible enfrentamiento internacional. A la par nos encontramos cansados (me incluyo) de la narrativa relacionada con la pandemia. A consideración de todo esto decidí buscar otra historia y me encontré con el lenguaje. Explico... mi madre es una ávida lectora, siempre la encuentro dentro de una novela. Por ende, tiene una biblioteca grande, donde uno encuentra múltiples libros que devoró o está por devorar. Es una práctica común mía ojear estos libros y en ocasiones tomar alguno, claro, con v de vuelta. El domingo pasado me cruce con Funderelele y más hallazgos de la lengua, de la autora Laura García Arroyo, libro corto que expone el encuentro de la autora con palabras poco conocidas de la lengua española. Personalmente me gusta aprender nuevas palabras e intentar incluirlas en mi conversación, ¿será ego? Probablemente... pero a su vez, es la aspiración por entender y darse a entender. El filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein explicaba "Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo". La palabra especificará el color con el cual se pintará la realidad que percibes.