Iglesia más humana
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN MURAL
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Ramos Arizpe es una antigua y laboriosa población conurbada ya con mi ciudad, Saltillo. Recio y tenaz es el carácter de sus habitantes. Se decía que cuando una mujer de ahí daba a luz un hijo varón, el padre del recién nacido lo tomaba en brazos y lo lanzaba a lo alto. Si el pequeño lograba asirse a uno de los morillos del techo salvaba la vida, y su orgulloso genitor lo bajaba luego con cariño. Si no, el padre lo miraba caer, indiferente, pues el crío no había dado muestras de poseer la habilidad y fuerza que luego necesitaría para hacer frente a los retos de la vida. El patrono de Ramos Arizpe es San Nicolás de Tolentino, a cuya advocación está dedicado el templo parroquial. Santo muy santo es ése. Desde su más temprana infancia mostró raras cualidades que pronto lo distinguieron. Uno de sus biógrafos escribió de él: "Libenter ibat ad ecclesiam et ad scholas ac si esset magnus". Libremente iba a la iglesia, y a la escuela como si fuese mayor. Ingresó en la orden de San Agustín, y sus predicaciones le atrajeron pronta fama. Era flaco, flaquísimo, por los duros ayunos a que se sometía, tanto que sus superiores debían ordenarle que comiera. Sin embargo, tenía una fuerza interior que irradiaba la luz de la fe, la esperanza y el amor. Se le representa por eso con una estrella en el pecho. Otras imágenes lo muestran sosteniendo en las manos un plato con una perdiz, recuerdo de uno de los 300 milagros que obró. Cierto sujeto que en presencia de San Nicolás se disponía a degustar una perdiz asada negó el dogma de la resurrección de la carne. El santo hizo un ademán y el ave recobró la vida y salió volando por la ventana de la habitación, no sé si ya con plumas o encueradita. Murió el de Tolentino en 1305; su fiesta se celebra el 10 de septiembre. Digo todo esto porque sucede que en Ciudad Ramos Arizpe el templo de San Nicolás está a cargo de agustinos, y hace 15 años los visitó ahí el superior de su orden, ahora llamado León XIV. O sea que el Santo Padre estuvo en Ramos. Dejó ahí gratos recuerdos por su sencillez, su sapiencia y su afabilidad. En él vieron los fieles las mismas cualidades que San Nicolás tenía: verba dulcia y boni sensus. Espero que el ilustre visitante haya probado los tamalitos, el chocolate y el rico pan de huevo que en ese bello poblado se elaboran, si no es que un mirífico lechón de "La roca" o un cabrito edénico de "El casinito", insignes establecimientos a donde la palabra "ayuno" nunca ha entrado. Hay en mis venas gotas de sangre jacobina -la frase es de Machado-, pero tiendo a pensar que verdaderamente el Espíritu Santo inspiró a los cardenales la elección rápida y tersa del nuevo guía de la catolicidad, que ni siquiera figuraba entre los más mencionados para llegar al solio pontificio. Nadie espera de León XIV grandes transformaciones -no está el horno para bollos-, pero sí una dirección prudente de la barca de San Pedro y una continuación de la obra del Papa Francisco, de felicísima memoria, en la defensa de los pobres, especialmente de los migrantes y los trabajadores. Creo, más por la fe en la razón que por razón de la fe, que la milenaria Iglesia Católica, Apostólica y Romana seguirá perdurando a través de los siglos, pero no abandono mi convicción en el sentido de que hacer opcional el celibato sacerdotal y permitir el acceso de la mujer a todas las funciones eclesiales revitalizarán a la institución. Para ser más divina, la Iglesia debe ser más humana. Quiero decir que ha de acatar las leyes de la naturaleza, puestas por Dios, y escuchar las voces de los actuales tiempos, que rechazan toda forma de discriminación... FIN.

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Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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