OPINIÓN

Por una vez en décadas, nuestra bandera se identifica con la resistencia justo cuando parecía que nadie se atrevería a plantarle cara al tirano

Insurrección

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Verde, blanco y rojo, con el águila y la serpiente al centro. ¿Cuándo habríamos de imaginar que la bandera mexicana -por lo general usada, como todas las enseñas del mundo, para reavivar un chato patrioterismo o para celebrar una victoria en el futbol- iba a ser enarbolada como símbolo de la libertad? ¿Como desafío contra el racismo y el autoritarismo que hoy campea en Estados Unidos? Observarla ondear allí, en las calles de Los Ángeles y otras tantas ciudades -al lado de algunas centroamericanas-, enchina la piel: por una vez en décadas, nuestra bandera se identifica con la resistencia justo cuando parecía que nadie iba a atreverse a plantarle cara al tirano.