Un viaje en moto por
Baja California es una experiencia que marca para siempre. Más aún si se comparte entre padre e hijo, enlazados por el deseo de dejar atrás la rutina, recorrer sin prisa y descubrir paisajes que solo se revelan desde el asiento de una motocicleta. Aunque la planeación puede tomar tiempo, basta un instante sobre dos ruedas para saber que todo valió la pena.