OPINIÓN
Si la ironía hubiera jugado al futbol, se habría llamado Gigi Meroni. Esta es la inverosímil historia de uno de los jugadores más impredecibles que ha dado Italia: pícaro, gambetero y talentoso en la cancha, pero rebelde, excéntrico y que vivía con sus reglas fuera de ella
San Cadilla EN MURAL
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