Los juegos del odio<BR><BR>Josip Simunic se regresó del vestidor y se robó el micrófono en el Estadio Maksimir, de Zagreb. Ya no traía su camiseta de cuadros rojos y blancos, pero aún sudaba. Hacía apenas unos minutos habían vencido 2-0 a Islandia y logrado la clasificación a Brasil, aquel 17 de...