Bien decía mi padre: uno es lo que negocia. Esto es lo que no entiende el Gobierno Mexicano ante el Presidente Donald Trump. La vacilada de tener que explicar medidas arancelarias frente al pueblo mexicano en el Zócalo, es una apuesta electorera y de un juego pobre en retórica que acaba siendo, pero contraproducente para la economía de nuestro País. Si se quiere hacer frente a Estados Unidos se necesita saber negociar no desde los manotazos o de las concesiones, si no desde la objetividad e imparcialidad.