La red comenzó a crearse en los 80, pocos años después de que el laboratorio Searle inventara la pastilla Cytotec, el nombre comercial del misoprostol. Al principio, "miso" se usaba para lo que había sido diseñada: el tratamiento y prevención de las úlceras. Pronto, mujeres pobres en Brasil se percataron de que podrían aprovechar uno de sus efectos secundarios. Misoprostol era un método seguro para abortar en casa, sin la intervención de un médico.
Peniley Ramírez es periodista de investigación y autora del libro Los millonarios de la guerra.