La relevancia del gas natural
OPINIÓN INVITADA / Enrique Ochoa Reza EN MURAL
Los contratos de la CFE para recibir gas natural fueron resultado de licitaciones competitivas e internacionales, conforme a los principios de eficiencia y transparencia que exige la constitución. Además, contienen cláusulas habituales en la industria energética mundial.
Por su costo accesible y bajas emisiones a comparación de otras alternativas, el gas natural se ha convertido en el combustible de transición por excelencia hacia las energías renovables. Lamentablemente, Pemex no ha producido el gas natural suficiente para abastecer la demanda industrial y eléctrica. Ante ello, ha sido indispensable construir miles de kilómetros de gasoductos para abastecer al país con gas natural proveniente de Waha, Texas, que es el más económico del mundo.
En administraciones pasadas, el país sufrió alertas críticas por el desabasto de este combustible, y ante esa situación, en agosto 2013, se estableció la Estrategia Integral de Suministro de Gas Natural. Fue precisamente conforme a dicha estrategia nacional, que la Junta de Gobierno de la CFE autorizó la licitación de contratos de transporte de gas natural logrando una triple finalidad:
1. Generar energía eléctrica más barata: hasta cuatro veces más económica que con combustóleo. 2. Generar energía más limpia: hasta 50 por ciento más amigable con el medio ambiente que la generada con carbón. 3. Obtener ingresos adicionales para la CFE: al permitirle comercializar gas natural en zonas donde Pemex no ofrece el servicio o lo hace de manera interrumpida.
Debe señalarse que las tarifas de transporte de los nuevos gasoductos privados son más competitivas que las tarifas de los gasoductos originales de Pemex que hoy administra el CENAGAS. Conforme a la ley mexicana, dado que la CFE no es dueña de los gasoductos, sí puede comercializar gas natural con la industria nacional. Por esa razón, la CFE ha tenido ingresos crecientes -por tres años seguidos- comercializando gas natural.
Al respecto, es importante resaltar que es habitual, tanto en México como en la práctica internacional, que los contratos de infraestructura energética contengan cláusulas de fuerza mayor. Estas se incluyen para dar seguridad a las instituciones financieras que otorgan los créditos necesarios para su desarrollo. Asimismo, todos los contratos de transporte de gas natural tienen una cláusula que le otorga a la CFE el derecho de recuperar, con servicio adicional de transporte de gas natural, los meses en que los ductos pudieran estar detenidos por causas de fuerza mayor. Así, los recursos de la CFE, recursos públicos que deben beneficiar a toda la Nación, están protegidos en estos contratos.
De los 24 contratos de transporte de gas natural que se impulsaron en la administración anterior, 17 ya están reportando beneficios al país. Gracias a ellos, existe actualmente abasto suficiente de gas natural en México. De los 7 gasoductos que aún se encuentran en proceso de desarrollo, 2 están en construcción, 1 sufrió sabotaje y 4 están parados por conflictos sociales o legales.
Si bien la CFE reconoció algunas causas de fuerza mayor, ninguna fue durante mi administración, que terminó en julio 2016. Empero, en ningún caso, derivado de estos contratos, se ha penalizado a la CFE.
De hecho, en la cláusula 22.8 del contrato modelo, se garantiza el derecho a favor de la CFE, de recibir el servicio de transporte de gas natural adicional, en igual número de meses a aquellos en los que la CFE, haya pagado causas de fuerza mayor.
Después del resultado democrático de julio 2018, el gobierno cuenta con la atribución de cambiar el modelo energético del país. Pero esto de ninguna manera se traduce en que todo lo hecho con anterioridad para el desarrollo energético de México haya sido incorrecto o indebido.
En realidad, ante las limitaciones de Pemex para producir el gas natural que México necesita, y la decisión del gobierno de no utilizar el fracking, los contratos de transporte de gas natural de la CFE serán fundamentales para evitar un desabasto crónico en el país.
La CFE lleva tres años consecutivos generando utilidades, su patrimonio es positivo y su deuda es mayoritariamente en pesos y a tasa fija. Con esos fundamentos económicos y la tendencia internacional hacia el transporte eléctrico en sustitución al motor de combustión interna, la CFE está llamada a ser la gran empresa energética de México para el siguiente medio siglo. Ciertamente, los gasoductos estarán al centro de esta historia de éxito.

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