OPINIÓN

El resultado: inocentes sobrepoblando las cárceles, culpables que evadían las sanciones y víctimas dejadas de lado en callejones sin salida

Limbo

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Vivimos en el limbo. No nos hemos dado cuenta, o más bien quisiéramos no darnos cuenta, ocultarlo, tratar de olvidarlo, fingir con todas nuestras fuerzas que no es así. Pero la realidad es que vivimos en el limbo de la justicia. Un país en el que, desde hace ya demasiados años, simulamos que existe el Estado de derecho, hablamos a diario del trabajo de policías y fiscales y abogados y jueces y magistrados y ministros, de procesos y recursos, de administración y procuración, e incluso de sentencias, como si todo funcionara, como si cada quien hiciera lo que le corresponde, como si fuéramos un país normal, aunque en el fondo todos sepamos que esta gigantesca maquinaria -esta enredada y caótica burocracia- casi nunca funciona.