Lo mejor sería que renunciaran

Tropezada desde el principio, con un cambio en la Dirección de Cultura de Guadalajara ante el descrédito del primero (Víctor Castillo) por sus antecesores y con la cero asertividad por la entonces nueva designación (Violeta Parra), se optó por alguien que no tiene la capacidad, conocimientos, vinculación con la comunidad cultural, creatividad, ni las agallas para llevar a cabo un programa cultural acorde a la altura de esta Ciudad, otrora Capital Americana de la cultura.