GRUPO REFORMA
Los atrapa cirugía estética
Antonio Bertrán
Monterrey, México (07 septiembre 2014) .-00:00 hrs
Más allá de la vanidad que, según expertos, comparten por igual con las mujeres, los hombres prefieren procedimientos estéticos que no sean muy evidentes.
Ary Papadópulos, coordinador de difusión de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), explica que los varones recurren al bisturí para verse bien, pero también los motiva mantenerse competitivos en un mercado laboral que prefiere profesionales de aspecto agradable.
La cirujana Bertha Torres, quien consulta en el Hospital Español de la Ciudad de México, explica que los hombres suelen buscar cambios efectivos, pero sutiles.
El costo de los procedimientos, según la AMCPER y la internacional ISAPS, oscila entre 10 y 100 mil pesos.
Los expertos distinguen dos grupos de edad entre quienes se hacen procedimientos: los de 20 a 30 años que van al gimnasio y quieren mejorar una parte del cuerpo que por estructura genética no han logrado moldear, y los que pasan de 40 que se enfocan en el rostro para recuperar una imagen que los mantenga laboralmente vigentes.
El mercadólogo Alejandro dice que siempre ha sido delgado y ha hecho ejercicio, pero al llegar a los 40 años apareció la típica lonjita y su puesto como director comercial en una firma de tecnología le impedía ir al gimnasio para recuperar los cuadritos que tuvo en la juventud. Así que se marcó el abdomen con cirugía de contorno de alta definición.
De paso, con la grasa extraída se le dio volumen a pectorales y bíceps.
"Usé una faja especial tres semanas, lo cual fue un poco incómodo, pero era más por la cuestión psicológica de ir como chorizo", dice. En el grupo de los que pasan de 40 hay ejecutivos y políticos que se acercan con discreción y solicitan procedimientos que no sean muy evidentes.
"Les damos tips para después de la cirugía, como quitarse el bigote que siempre han usado, para así desviar la atención sobre su cambio de imagen", refiere Papadópulos.
Empresario de la construcción, con 35 años de edad, Rafael aprovechó una operación para levantar la punta de su nariz.
"No me gustaba que mi nariz fuera chata y alargada, por eso me la operé. De frente no me cambió la cara, sólo de perfil, y hoy me siento más contento conmigo mismo".
Los procedimientos para perfilar un cuerpo similar al de Apolo pueden ser por medio de implantes o de una técnica "más natural" que sólo tiene unos cinco años y consiste en aprovechar la grasa que se extrae de zonas como la cintura para contornear glúteos, pectorales o brazos.
Socorro Rivero, gerente comercial de Silimed México, única firma que distribuye en el País implantes exclusivos para hombres, confirma que la demanda de estos artículos va al alza.
La ejecutiva de la firma brasileña afirma que la venta de estas prótesis de silicón se incrementa anualmente hasta 25 por ciento.
En 2013, la empresa distribuyó unos 400 pares de implantes para hombres y 800 para mujeres.
"Pero estamos hablando sólo de pantorrillas, pectorales y glúteos", asegura.
Ary Papadópulos, coordinador de difusión de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), explica que los varones recurren al bisturí para verse bien, pero también los motiva mantenerse competitivos en un mercado laboral que prefiere profesionales de aspecto agradable.
La cirujana Bertha Torres, quien consulta en el Hospital Español de la Ciudad de México, explica que los hombres suelen buscar cambios efectivos, pero sutiles.
El costo de los procedimientos, según la AMCPER y la internacional ISAPS, oscila entre 10 y 100 mil pesos.
Los expertos distinguen dos grupos de edad entre quienes se hacen procedimientos: los de 20 a 30 años que van al gimnasio y quieren mejorar una parte del cuerpo que por estructura genética no han logrado moldear, y los que pasan de 40 que se enfocan en el rostro para recuperar una imagen que los mantenga laboralmente vigentes.
El mercadólogo Alejandro dice que siempre ha sido delgado y ha hecho ejercicio, pero al llegar a los 40 años apareció la típica lonjita y su puesto como director comercial en una firma de tecnología le impedía ir al gimnasio para recuperar los cuadritos que tuvo en la juventud. Así que se marcó el abdomen con cirugía de contorno de alta definición.
De paso, con la grasa extraída se le dio volumen a pectorales y bíceps.
"Usé una faja especial tres semanas, lo cual fue un poco incómodo, pero era más por la cuestión psicológica de ir como chorizo", dice. En el grupo de los que pasan de 40 hay ejecutivos y políticos que se acercan con discreción y solicitan procedimientos que no sean muy evidentes.
"Les damos tips para después de la cirugía, como quitarse el bigote que siempre han usado, para así desviar la atención sobre su cambio de imagen", refiere Papadópulos.
Empresario de la construcción, con 35 años de edad, Rafael aprovechó una operación para levantar la punta de su nariz.
"No me gustaba que mi nariz fuera chata y alargada, por eso me la operé. De frente no me cambió la cara, sólo de perfil, y hoy me siento más contento conmigo mismo".
Los procedimientos para perfilar un cuerpo similar al de Apolo pueden ser por medio de implantes o de una técnica "más natural" que sólo tiene unos cinco años y consiste en aprovechar la grasa que se extrae de zonas como la cintura para contornear glúteos, pectorales o brazos.
Socorro Rivero, gerente comercial de Silimed México, única firma que distribuye en el País implantes exclusivos para hombres, confirma que la demanda de estos artículos va al alza.
La ejecutiva de la firma brasileña afirma que la venta de estas prótesis de silicón se incrementa anualmente hasta 25 por ciento.
En 2013, la empresa distribuyó unos 400 pares de implantes para hombres y 800 para mujeres.
"Pero estamos hablando sólo de pantorrillas, pectorales y glúteos", asegura.
