CULTURA

Lucho Sepúlveda: hasta la eternidad

Santiago Gamboa

Cd. de México (16 abril 2020) .-13:27 hrs

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En este artículo, Santiago Gamboa recorre pasajes de la vida del escritor chileno Luis Sepúlveda, su éxito en Europa, su obra y su figura.

En este artículo, Santiago Gamboa recorre pasajes de la vida del escritor chileno Luis Sepúlveda, su éxito en Europa, su obra y su figura. Crédito: AP

El 4 de octubre de 1996, hacia las siete de la noche, el Teatro Politeama de Trieste presentaba un evento extraordinario: era el regreso de Vittorio Gassman a los escenarios después de una larga depresión que lo mantuvo varios años alejado de las tablas. Esa noche, en el estreno, declamaría una docena de célebres monólogos, entre ellos uno pedido especialmente por Gassman y escrito para la ocasión por Luis Sepúlveda. Por este motivo, el Politeama lo invitó a él y a cinco de sus amigos a asistir al estreno: los escritores José Manuel Fajardo y Antonio Sarabia, el fotógrafo Daniel Mordzinski, su editor italiano Luigi Brioschi, y yo, en quinto lugar, el más joven e inexperto. En esos años, tras la publicación de El viejo que leía novelas de amor, Patagonia Express, Nombre de torero y Mundo del fin del mundo, Luis era el escritor latinoamericano más leído en Europa, con millones de ejemplares en todos los idiomas, un éxito literario al que vino a sumarse su carismática personalidad y su buen humor, que hacía que todos sus lectores quisieran no sólo leerlo, sino tenerlo de invitado para la cena en su casa, cada día de su vida. La de Trieste fue una velada apoteósica, pues, además, el teatro y Gassman eligieron que el estreno fuera el 4 de octubre para coincidir con el cumpleaños de Luis. Por eso, antes de comenzar, un reflector lo iluminó y el público, en pie, le ofreció una estruendosa ovación y le cantó el Feliz Cumpleaños.