La economía está semiparalizada. Nevó, se elevó el precio del gas, se cerró la llave del suministro texano a México y, aquí, no se previó en su justa dimensión el desastre que clima y dependencia iban a provocar. Golpeando otra vez al empleo y la inversión, la industria automotriz, vidriera, acerera y maquiladora trabajan a medias o menos por falta de electricidad. Sin embargo, buena parte de la energía oficial -la del gobierno y su partido- está puesta en sostener como candidato a un patán, en agravio de las probables víctimas y de quienes rezuman hartazgo ante la impunidad de ayer y hoy.
Periodista. Diarista desde 1978, especializado en asuntos políticos. Su columna "Sobreaviso" data de 1989. Es autor de La oposición: debate por la Nación, Ovando y Gil: Crimen en Víspera de Elecciones y de la novela El Rescate.