No se ve, se siente
Mario Castillejos EN MURAL
MIN SEG
A días de decirle adiós, la vieja casa rayada terminó siendo una obra de culto. El despiadado tiempo se alojó en su concreto, de la misma manera en que en los huesos, la piel, los ojos, de quienes probamos en los años 60 el dulce veneno del futbol.