OPINIÓN

Permiso para distorsionar

Denise Dresser EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Andrés Manuel López Obrador se siente con permiso de agredir a los ciudadanos que gobierna. Todas las mañaneras lo hace: pontifica, juzga, moraliza, estigmatiza, desinforma, y entre sus villanos preferidos suelen estar periodistas y organizaciones de la sociedad civil. La andanada más reciente le tocó a Artículo 19, que defiende la libertad de expresión amenazada en el mundo, y en México. Aquí, donde en 2020 se registraron 692 agresiones contra la prensa, una cifra inédita y que representa un incremento del 13.6% con respecto al año anterior. El Presidente lo permite, lo promueve, lo propaga. El uso del púlpito del poder para desacreditar a quien lo vigila. Una estrategia de descalificación a la investigación, hábilmente disfrazada de "transparentar intereses mediáticos privados", mañosamente envuelta en oposición a la "intervención extranjera", tramposamente justificada para promover "más medios de izquierda".