Antes del juego, el Monterrey no había ganado, sobraban críticas y bromas, pero bastaron sólo 45 minutos de buena actitud, flexibilidad táctica y contundencia para que este mismo Monterrey se convirtiera en un equipo que todavía no ha perdido en el torneo y suma 5 partidos invictos, contando los dos del Mundial de Clubes.