En Monterrey, la contaminación del aire debería preocuparnos mucho más.
Todos los sectores de la sociedad deberíamos estar hablando de esto como un asunto urgente.
La vista de la Ciudad, cubierta por una capa de compuestos tóxicos, es deprimente.
En esa mezcla hay contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, ozono, dióxido de azufre y partículas PM10 y PM2.5, que han llegado ahí principalmente por la quema de combustible de vehículos y empresas, quema de carbón, madera, emisiones de la industria y extracción de piedra.
Estas actividades han sido necesarias para la vida y economía modernas en diferentes grados, pero la falta de controles efectivos las ha vuelto también una amenaza.