La FMF y sus directivos han demostrado ser excelentes administradores y generadores de recursos, sus arcas están llenas, gozan de una fila de patrocinadores que incluso pelean a billetazos las exclusivas, ya que encuentran una garantía en el deporte con mayor número de seguidores en el País, con una afición que sabe más de sus jugadores que de sus dirigentes, un público nacionalista que se vuelve fiel a lo que diga y venda papá fútbol, ya sea un partido amistoso, una nueva playera o un duelo en el Azteca de la Selección.