Sin guacamole
Manuel J. Jáuregui EN MURAL
Échense, mis amigos, este Trumpo a la uña: el 77 por ciento de todo el aguacate que se consume en Estados Unidos proviene de México. O sea, ¡todo! Que no sorprenda entonces que el precio de este manjar se haya disparado en un 34 por ciento tan sólo ayer. Aumento tan vertiginoso en el precio del aguacate no se había visto en una década. Esto reporta el sitio financiero del único político cuerdo que queda en Estados Unidos, Michael Bloomberg.
Las amenazas de Trump de cerrar la frontera sí se están cumpliendo -contrario a lo que manifestó el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard-, pues ya han cerrado los vecinos del norte ciertos puntos fronterizos y haciendo lento el proceso de los cruces hacia Estados Unidos de manera significativa, y esto fue lo que causó este disparo en los precios de tan popular y versátil alimento.
Consideran expertos en comercio que si la situación de la "Operación Tortuga" en las garitas, disparada por los propios norteamericanos, se prolonga el mes que ya avisaron que es el tiempo estimado del "slow down", el precio del aguacate hass proveniente de Michoacán fácil se puede duplicar o triplicar en un muy corto tiempo.
Ello porque la demanda superará por mucho la oferta, siendo ésta lo que los economistas consideran "inelástica". Es decir, que en el momento que escasea el producto, su precio se dispara hasta equilibrar oferta con demanda. O sea que el mismísimo Trump, amante de la comida chatarra, corre el riesgo de quedarse sin su "avocado dip".
Ello aunque le puedan sobrar los "chips" que fabrica y distribuye por millones en los Estados Unidos Mission Foods, la división norteamericana de la muy mexicana Gruma, productora de Maseca, propiedad de la familia González Moreno y del público inversionista.
Este disparo en el precio del aguacate mexicano y eventualmente la escasez del mismo, dentro de Estados Unidos no tiene forma de ser frenado. Un colega gringo nos dijo: "No border, no guacamole!". ¿Por qué? Porque la cosecha aguacatera de California, la única que medio le compite a la exportación michoacana, viene tardía y pequeña.
Simplemente no hay forma, "no way, no how", como dicen allá, de sustituir nuestro aguacate hass con aguacate de otras partes, ni del mismo Estados Unidos ni del mundo. Se oye feo, pero es la verdad: con el cierre -aunque sea parcial- de la frontera, México tendrá agarrado a Estados Unidos de los meritos aguacates.
Y esto no será lo único que va a escasear en el vecino país, de continuar con esta política absurda de cerrar una de las fronteras más extensas y transitadas del mundo. Se quedarán también los norteamericanos sin autopartes y ciertos modelos de automóviles, partiéndoles la progenitora esta insensata política a los mismos fabricantes de allá.
Dijo ayer muy ufano Mr. Trump un enorme disparate de proporciones inéditas: que "para él" es más importante la "seguridad" de la frontera sur que el comercio, o sea, la economía. En primer lugar, la frontera sur no corre ningún peligro, los inmigrantes ilegales detenidos bajo Trump apenas igualan los detenidos bajo Obama en el 2014. Los indocumentados no harán "no way, no how" que los vecinos pasen hambre, pero el cierre de la frontera bien que sí puede.
Todo lo que afirma este señor es puro invento, producto de una enfermiza obsesión; el bienestar de sus conciudadanos le vale un bledo, las buenas relaciones con su principal socio comercial, otro. Un buen ejemplo humanitario para el mundo ni le cruza la mente.
Respetar la dignidad de gente que padece hambre, que ha sufrido injusticias, que huye de la violencia, le tiene sin cuidado. Su narcisismo es primero y los demás que se aclimaten o se aclichinchen.
Considerando todo, a todas luces, la respuesta de nuestro Gobierno a la diplomacia de la demencia ha sido prudente e inteligente. ¡Síganle así, muchachos!

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