ALINEADOS UNO TRAS OTRO, 129 carros cisterna se extienden a lo largo de más de un kilómetro y medio de vías. De ese tamaño es el megadecomiso que lograron las autoridades federales de seguridad. Y de ese tamaño, también, es la ceguera de otras autoridades federales, que increíblemente no vieron que en sus narices operaban dos ferrocarriles cargados con millones y millones de litros de huachicol.