OPINIÓN

Tragedia y política

Bernardo González Mora EN MURAL

4 MIN 00 SEG

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Si pensáramos mal como la senadora de Morena Lilia M. Valdez que acusa sabotaje, inspirados por la malicia de Maquiavelo, llegaríamos a la conclusión que el accidente de la Línea 12 del Metro fue una jugada magistral de una mente perversa altamente eficaz, pues en un solo movimiento desestabilizó un esquema político que perfilaba la sucesión presidencial para la próxima elección. Dos de las más importantes piezas del ajedrez político y un importante operador del presidente de la República se encuentran en el huracán que desató el accidente del Metro de la Ciudad de México. Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrad pudieran ser sus planes A y B para ser sus candidatos y Mario Delgado ha sido el ejecutor de las decisiones de AMLO para las candidaturas a gobernadores y lo que más le importa a ocupar las curules de la Cámara de Diputados, una cuestión de vital importancia para proseguir con lo que da en llamar "Cuarta Transformación"; en sus manos está la operación electoral para ganar o perder el próximo 6 de junio. Cuando se construyó la Línea 12 del Metro Marcelo Ebrard estaba al frente del gobierno y Mario Delgado era el secretario de Finanzas, sobre ambos, se está especulando sobre la responsabilidad que puedan tener porque, junto con otros funcionarios, cuyos nombres irán saliendo a la luz, fueron los responsables de las licitaciones, negociaciones y supervisión de la obra. Se especulará si las licitaciones se sujetaron a la normatividad al respecto o hubo mano negra con información privilegiada; si las constructoras incurrieron en los famosos moches; si los proyectos fueron los más calificados y las compañías las más confiables; si los materiales y equipos fueron los de mejor calidad -lo que no parece-, si los supervisores se cercioraron de que se haya cumplido lo convenido o usaron menos materiales y de menor calidad para compensar los posibles sobornos y el accidente es consecuencia de esas anomalías, lo que serían decisiones técnica y moralmente criminales, de lo que también los empresarios que se encargaron de la obra tendrán que rendir cuentas y seguramente tendrán mucho que decir y revelar.