OPINIÓN

Los aironazos de la «transformación» en curso pueden derribar hasta lo que sí servía

Un vacío enorme (II)

LA MENOR IMPORTANCIA / José Israel Carranza EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
En el huracán que supuestamente transformará al País, y cuyos vientos se originan en Palacio Nacional, las instituciones del Estado dedicadas a la cultura van siendo de las primeras en sacudirse. Los cambios abruptos, que no parecen tener detrás un trabajo de diagnóstico serio y profundo, da la impresión de que tienen una de dos explicaciones: o los encargados nuevos están emulando las formas de proceder del Presidente, y toman así decisiones arrebatadas e inspiradas por una suerte de iluminación moral para enderezar lo que, a su juicio personalísimo, está torcido, o bien tienen la encomienda de ir desmantelando lo que había, aunque funcionara, pues las transformaciones colosales han de incluir la supresión de los vestigios del pasado.