Amor o dinero
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN MURAL
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Afrodisio Pitongo, hombre proclive a la concupiscencia de la carne, le pidió a la linda Dulcibel la dación de su más íntimo tesoro. Ella se negó: "Le prometí a mi madre que no me acostaría con ningún hombre sin estar casada con él". Propuso el lúbrico sujeto: "Lo hacemos de pie". (Standing up, se llama en inglés esa postura sexual, que admite múltiples variantes. Presenta un inconveniente, sin embargo: es difícil llevarla a cabo en una hamaca)... "¿Cómo se forman los niños?". Tan delicada pregunta le hizo la pequeña Rosilita a su papá. Tosió el señor, cosa que solía hacer cuando se desconcertaba o tenía bronquitis, y le dijo a la niña: "Ve con tu mamá. Desde que éramos novios ella sabe de esas cosas mucho más que yo". La señora le dio a su hija una completa explicación acerca del proceso de gestación de los bebés, sin omitir ningún detalle, desde la concepción hasta el nacimiento. Al final le preguntó: "¿Por qué quisiste saber cómo se forman los niños?". Contestó Rosilita: "Porque en la escuela las niñas nos formamos por orden de estatura"... No falto a la verdad si digo que Uglicia era muy fea. Cuando nació, su madre, en vez de darle el pecho, le dio la espalda. Ya de grandecita la consolaba: "No es que seas fea, hijita. Lo que sucede es que estás en el planeta equivocado". En cierta ocasión la desdichada joven fue al zoológico, y uno de los mandriles le dijo tras los barrotes de su jaula: "Preséntanos a tu abogado". Relato esos antecedentes porque una amiga le preguntó a Uglicia: "La primera vez que te acostaste con un hombre ¿lo hiciste por amor o por dinero?". "Por dinero -respondió ella-. Le pagué"... "No lo puedo creer -le dijo en la suite nupcial la enamorada novia a su flamante esposo-. No puedo creer que ya estemos casados". No contestó el galán. Repitió ella: "No puedo creer que nuestro sueño de amor se haya cumplido". Siguió el silencio del muchacho. Insistió la desposada: "No puedo creer que seamos ya marido y mujer". Entonces sí habló el novio. "En seguida te lo demostraré -dijo molesto-. Espera nada más a que logre desatorar el maldito zipper de la bragueta del pantalón"... Don Ruguito y doña Pasita habían cumplido ya 60 años de matrimonio cuando un buen día ella le pidió el divorcio a él. Le dijo que quería vivir su vida. "Pero, mujer -se consternó el pobre señor-. Al pie del altar prometiste amarme hasta la muerte". "Es cierto -admitió doña Pasita-. Pero no pensé que ibas a vivir tanto"... El joven paciente que acudió a la consulta médica se veía agotado, feble, laso, exánime, exangüe y escuchimizado. El doctor le preguntó a qué atribuía su debilidad. Explicó el visitante: "Me casé con la encargada de una guardería para lactantes. Siempre que terminamos de hacer el amor me da palmaditas en la espalda para que repita"... Don Poseidón, ranchero acomodado, recibió al novio de Glafira, su hija. Le dijo el muchacho: "Señor: vengo a pedirle la mano de su hija". "¿La mano? -repitió, hosco, el genitor-. Se ve, joven, que no es usted de los que llaman a las cosas por su nombre"... El maestro Fu encontró una lámpara chinesca y la frotó para limpiarla. De la lámpara salió un genio de oriente -la lámpara era china- y le dijo al filósofo: "Te doy a escoger entre ser el hombre más sabio del mundo o el más rico. ¿Qué prefieres?". Sin dudar el maestro Fu escogió ser el hombre más sabio. Pasado un tiempo alguien le preguntó al filósofo: "¿Qué te ha enseñado tu gran sabiduría?". Respondió, mohíno, el maestro: "Que debí haber escogido la lana". (Es cierto: el dinero no puede comprar la felicidad, pero al menos te ayuda a alquilar momentos felices sumamente gratos)... FIN.

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Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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