OPINIÓN

El estilo sobrio, tenso, profesoral, puntilloso y autoconsciente de Claudia Sheinbaum es una anomalía entre los populistas de nuestros días

Doble rostro

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Fuera de México, suscita una genuina simpatía no exenta de admiración: frente a los desmanes, insultos y pataletas de Trump -o los que hasta hace no mucho protagonizaba López Obrador-, Claudia Sheinbaum exhibe una seriedad y una mesura indispensables. A ello se añade una popularidad interna que ya envidiaría cualquier líder del planeta: según las encuestas, más del ochenta por ciento de los ciudadanos aprueba su gestión. Y, sin embargo, en los escasos meses que lleva en la Presidencia -apenas unos más que el estadounidense-, ha desmantelado las instituciones democráticas y ha concentrado el poder en una medida aún más dramática que Trump.