OPINIÓN

Extinguirnos

VIGÍA DE BOLSILLO / Sofía Orozco EN MURAL

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Como seres de corta memoria, una vez pasando los intensos calores de abril y mayo, no hay nada que anhelemos más que las lluvias de junio. Dice la leyenda que San Juan trae el temporal y en nuestra mente, nada se desea más que un mediodía sin la piel rostizada, una tarde que no parezca que atravesaste el desierto y una noche fresquísima, para dormir con la ventana abierta, escuchando el sonido de la lluvia.