Los primeros 100 días de Trump se han caracterizado, entre otras cosas, por su abierta ofensiva en contra del sistema de justicia estadounidense. Trump ha ignorado órdenes judiciales y ha atacado públicamente a los jueces que fallan en su contra, calificándolos de "lunáticos marxistas radicales". También ha amenazado con sanciones económicas a los despachos que representen judicialmente a sus opositores. Hoy litigar contra Trump representa un riesgo político y económico significativo para cualquier despacho. Muchos han optado por evitar dicha confrontación.