L5 rebasa a la L4

La triste historia de la Línea 4 (L4) comenzó hace tres lustros, cuando el entonces alcalde de Tlajomulco, Enrique Alfaro, tuvo la ocurrencia de construir una cuarta línea de Tren Ligero hacia el sur de la metrópoli. En aquel entonces -como ahora- no se justificaba una obra pública de ese calado, pero sobre todo, no se tuvieron los recursos para construirla. Pasaron los trienios sin que la peregrina idea prosperara, hasta que ya como gobernador se empecinó en construir una obra que hiciera realidad "un sueño que por décadas se había dejado de lado".