Dos de los populistas iliberales artífices de la mentira como estrategia de gobierno tuvieron una mala semana. El primer ministro británico Boris Johnson tuvo que interrumpir su visita a Naciones Unidas y regresar apresuradamente a Londres porque la Suprema Corte del país dictaminó por unanimidad, el martes 24, que su decisión de prorrogar -o suspender- el Parlamento por cinco semanas era ilegal. Johnson les mintió no sólo a los parlamentarios y a la ciudadanía, sino a la reina, que aprobó la prórroga. No se trataba de un procedimiento rutinario antes de una nueva sesión legislativa, sino de un intento ilegal de silenciar al Parlamento en medio de la aguda crisis política que Brexit ha provocado.

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Estudió Historia del Arte en la UIA y Relaciones Internacionales y Ciencia Política en El Colegio de México y la Universidad de Oxford, Inglaterra. Ha publicado cinco libros sobre asuntos internacionales, y en el 2006, La aguja de luz, una novela histórica sobre Mallorca. Es colaboradora de Letras Libres y editorialista de Reforma desde su fundación. Ha impartido cátedra en las principales universidades del país sobre temas internacionales.